Blogia
No Somos Ovejas ¿Vale?

POLÍTICA E IGLESIA

Desde que tuvimos uso de razón oímos decir que la Iglesia no debe meterse en política y así lo creemos todavía. Pero recíprocamente nos preguntamos: ¿debe la Política meterse en los asuntos de la Iglesia?

Este interrogante no nos lo planteamos ahora debido a las veces que hemos visto a alguno de nuestros políticos meterse con las instituciones religiosas, sino debido a las palabras que hemos oído (a través de la pequeña pantalla) de la boca de una portavoz italiana que a las puertas del Vaticano pedía con voz de grulla "la democratización de la Iglesia" y otras cosas como --así nos pareció entenderlo-- la entrada de las mujeres en el sacerdocio y en el cardenalato y la posibilidad de ser papisas (o sea, cardenales-hembra y papas-hembra).

No estamos muy duchos en teología ni en sociología para saber si pueden las mujeres ser papisas o si son justas o no todas las reivindicaciones que determinados grupos minoritarios hacen. Pero sí tenemos claro lo que la democracia significa, lo cual es que se haga la voluntad de la mayoría dentro del grupo social de que se trate: club, empresa, partido político, municipio, Ciudad Estado, gran país o comunidad de naciones.

Pues bien, el Vaticano es un país independiente y sólo a sus habitantes corresponde decidir si desean seguir siendo gobernados por una teocracia, con un Papa como Jefe de Estado y nunca una papisa. Cállense pues las minorías gritonas y no vayan a dar la lata con cosas que ya han sido oídas reiteradamente. El mundo no necesita más picos de oro --lo decimos naturalmente por la italiana vista en TV-- ya que de esos habilidosos habladores todos los países tienen suficientes con aquellos que cotidianamente ocupan un escaño en el hemiciclo.

Que la Iglesia no se meta en política. Pero a condición de que la Política no se meta en las cosas de la Iglesia.

OBSERVADOR

1 comentario

Anónimo -

holaholaholaholaholaholaolhoalogf